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A nivel profesional usamos varios tipos de soldaduras, pero dos de las más conocidas son la TIG y la MIG. Ambos son métodos que emplean el arco voltaico y que ofrecen muy buenos resultados.

Sin embargo, lo cierto es que las dos son bastante diferentes entre sí. Esto lo saben los especialistas, que son los que deciden si emplean una u otra en función del trabajo que van a hacer.

Soldadura TIG

Aquí utilizamos un electrodo de tungsteno, que no se consume, y un gas inerte. El gas puede ser argón o helio y su misión es proteger la soldadura de la contaminación atmosférica.

Hay que añadir un metal adicional que se introduce de manera manual. Así, se crea la junta que une las piezas metálicas.

Nos proporciona una soldadura de muy buena calidad y funciona con muchos metales, como el cobre, el titanio, el aluminio o el acero inoxidable. Ideal en trabajos delicados, necesita que el soldador tenga experiencia.

Soldadura MIG

Trabajamos con un electrodo de metal sólido que se consume. Va fundiéndose a la vez que aporta material de relleno en la junta y la soldadura se protege con un gas inerte, como en el caso anterior.

Se trata de una soldadura rápida y muy productiva, muy buena soldando chapas de espesores moderados. También crea uniones de calidad y aquí el trabajador no tiene que ser experto.

Tipos de Soldadura

¿Qué Diferencias hay entre Ambos Tipos de Soldadura?

Existen muchas diferencias entre ambas soldaduras, algunas muy conocidas y otras que solo saben los especialistas.

Penetración

Cuando hablamos de penetración en el mundo de la soldadura, nos referimos a la profundidad hasta la cual el metal de aporte se fusiona con el metal base. Dicho de otro modo, es la distancia que recorre la fusión dentro del material base.

En el caso de la soldadura TIG la penetración es alta, mientras que en la MIG esta es moderada. Con una penetración alta, por norma general la unión es más fuerte.

Distorsión

Al hablar de distorsión nos referimos a los cambios dimensionales que experimentan las piezas. Estas se pueden deformar, encogerse, expandirse o combarse.

La soldadura TIG nos da una distorsión mínima, mientras que la MIG aporta una distorsión moderada.

Aplicaciones

Sus aplicaciones son totalmente diferentes. Con una máquina MIG podemos hacer trabajos muy delicados en piezas de espesores muy finos e incluso en materiales como el cobre o el titanio.

Por el contrario, con las máquinas TIG no podemos llevar a cabo estos trabajos tan finos. Su uso se destina a chapas más gruesas y para metales más comunes como el acero o el aluminio.

Productividad

Viendo las diferencias que hay entre ambos tipos de soldadura, no es de extrañar que la productividad sea muy distinta en ambas. Esto es muy importante para los talleres como el nuestro, pues hay que obtener beneficios con el fin de poder seguir trabajando.

En la soldadura TIG, por sus características, la velocidad a la que se trabaja es muy baja. Eso conlleva que la productividad se ve muy afectada, por lo que es bastante discreta.

Con la soldadura MIG ocurre lo puesto. Se realiza a gran velocidad, por lo que la productividad es muy alta y eso conlleva que el beneficio sea mayor.

Habilidad del soldador

Los soldadores profesionales tienen experiencia en toda clase de soldaduras, pero como pasa con todos los profesionales, siempre hay algunos más habilidosos que otros.

De este modo, para hacer soldaduras TIG hay que buscar a los que tengan una alta habilidad, pues estamos ante un proceso que es totalmente manual al tener que ir aportando el metal el propio soldador.

En cambio, y pese a que para realizar una buena soldadura MIG la persona que la hace debe tener experiencia si buscamos un resultado excelente, lo cierto es que su habilidad puede ser más discreta.

Esta clase de soldadura es más automática al fundirse el electrodo conforme se va pasando por la junta, sin olvidar que se hace a velocidad alta. De esta forma, la habilidad del soldador no es tan relevante.

Tipo de electrodo

Una de las diferencias más importantes, y que hemos dejado para el final, es el tipo de electrodo. Este es el “culpable” de una buena parte de las diferencias entre las dos soldaduras.

La TIG usa un electrodo inerte, por lo que no aporta nada. Por eso, es el propio especialista el que tiene que ir añadiendo metal y eso hace que deba ser más habilidoso.

Si nos vamos a la soldadura MIG, aquí el electrodo sí aporta el metal necesario para soldar, por lo que es más sencillo hacerlo de esta manera.

En resumen, las soldaduras TIG y MIG difieren significativamente en penetración, distorsión, aplicaciones, productividad, habilidad del soldador y tipo de electrodo. La TIG ofrece una alta penetración y distorsión mínima, siendo ideal para trabajos delicados que requieren uniones fuertes, mientras que la MIG tiene una penetración moderada y distorsión más notable, siendo más productiva en trabajos rápidos en materiales como el cobre o el titanio. Además, la TIG demanda soldadores altamente habilidosos debido a su naturaleza manual, mientras que la MIG es más automática y rápida, requiriendo menos habilidad del soldador para obtener buenos resultados.

En función de las necesidades del trabajo, los materiales a soldar y la calidad requerida, se debe seleccionar entre TIG y MIG. Ambas técnicas tienen sus ventajas y desafíos, siendo esencial considerar el nivel de habilidad del soldador, el tipo de material y la eficiencia productiva al tomar la decisión adecuada para cada proyecto de soldadura.

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