El Mecanizado es un conjunto de procesos, como el corte, el prensado, el marcado, agujereado, etc., los cuales se realizan sobre una pieza que puede ser de varios materiales como el metal, el plástico o incluso la cerámica.
Con esta técnica se consigue dar forma limando el material, algo que ahora es sencillo gracias a las máquinas de control numérico, las cuales han sustituido al clásico torno y que han logrado que se pueda trabajar hasta con materias primas delicadas.
Acero rápido o HSS
Es uno de los más empleados en el Mecanizado, en especial a la hora de fabricar herramientas por todas las propiedades que posee.
Apenas presenta fracturas, tiene una dureza elevada y mantiene sus características a pesar de alcanzar altas temperaturas, lo que interesa tanto a la hora de mecanizarlo como cuando se va a usar la pieza que se ha confeccionado con él.
Acero duro
Otro material que se puede ver en las máquinas de Mecanizado es el acero duro, que también se conoce como «vidia» y es uno de los compuestos más resistentes que existen debido a que en su aleación se emplea titanio, tungsteno o wolframio, entre otros.
Se pueden hacer piezas para herramientas o máquinas, ya que tiene una colosal resistencia y aguanta muy bien los esfuerzos y la fatiga.
Latón
Pasamos a materiales más blandos como el latón, una aleación de cobre y zinc que se puede mecanizar de una manera muy sencilla, más que los aceros que hemos visto antes.
Este material aguanta muy bien la corrosión y su estética es perfecta, por lo que es el elegido cuando hay que hacer grifos y otras piezas de fontanería que pueden quedar a la vista.
Cobre
Entre las características del cobre está la alta conductividad, tanto térmica como eléctrica, de manera que las piezas mecanizadas se destinan al sector de la electricidad y la electrónica.
No ofrece resistencia alguna al Mecanizado, es uno de los materiales más fáciles de trabajar, y es el responsable de que puedas usar tu ordenador, ya que el disipador que refrigera la CPU es una pieza mecanizada de cobre.
Teflón
Dejamos los metales y nos vamos a los plásticos o polímeros como el teflón, que todos conocemos porque se emplea en fontanería, en las roscas para que el agua no se salga.
Cuando hablamos de Mecanizado, el teflón se trabaja en forma de barras de distinto grosor y entre sus características está la poca adherencia, la impermeabilidad y la flexibilidad. Además, soporta temperaturas extremas sin inmutarse.
Cerámica
Ahora mismo se mecanizan materiales de lo más diversos y uno de ellos es la cerámica, con la que se fabrican herramientas de corte como las brocas y las fresas, algunas de las cuales pueden terminar siendo parte de las máquinas de Mecanizado.
Es un material frágil y a la vez muy duro, así que el proceso de mecanizado no es sencillo y requiere de técnicas especiales, aunque el resultado justifica usar más tiempo y tener que comprar herramientas específicas.
Aluminio
Gracias a sus características, el aluminio es un metal que podemos ver por todas partes, puesto que es muy ligero y eso es muy apreciado en varios sectores, como el de la construcción.
Resiste muy bien a la corrosión, ya que se oxida y forma una capa de óxido de aluminio, la cual actúa como protectora ante la corrosión.
Su baja densidad, que es más o menos la tercera parte de la del acero, hace que mecanizarlo sea fácil y muy rápido. Las herramientas de mecanizado apenas se desgastan y las máquinas consumen muy poca energía en el proceso.
Bronce
La aleación de bronce se conoce desde hace siglos y se consigue mezclando cobre y estaño, el cual puede estar presente en cantidades que van desde el 3 al 20 %.
Tiene unas propiedades, tanto físicas como mecánicas, que son muy superiores a las del hierro y conduce muy bien la electricidad, además de ser un excelente conductor térmico, al igual que ocurre con el cobre.
Lo que hace a este material muy interesante en el Mecanizado es que es menos rígido que otros metales similares y acumula menos calor, de forma que las piezas que se mecanizan suelen ser resortes que acaban en máquinas industriales.