El cobre es un material que se lleva usando desde la antigüedad y que hoy en día sigue muy presente por sus propiedades como la conductividad eléctrica y térmica, la resistencia a la corrosión y lo maleable que es.
Sin embargo, en su forma pura tiene bastantes limitaciones. De hecho, no es un material que destaque por su resistencia mecánica y su dureza. Por eso, se han ido creando aleaciones que mejoran sus propiedades.
Latón
Entre las aleaciones del cobre que podemos encontrar, esta es una de las más comunes. Se compone, sobre todo, de cobre y zinc con proporciones variables.
La cantidad de zinc puede ir desde un 5 a un 40 %, lo que da como resultado diferentes aleaciones de latón como el amarillo (con más zinc, dorado, duro y fuerte) o el rojo, con menos zinc, de un color rojizo y muy dúctil.
Esta aleación se creó por su alta ductilidad y su resistencia a la corrosión, de manera que la podemos ver en entornos marítimos. Además, es muy maleable, lo que significa que se puede moldear sin romperse.
A ello, ayuda que el latón es poco susceptible a la fatiga del metal. Eso quiere decir que no se rompe ni se desgasta con facilidad. Así, lo vemos en la fabricación de accesorios de fontanería, en la construcción de instrumentos de viento, cerraduras e incluso en aplicaciones decorativas.
Bronce
Aquí se mezcla el cobre con el estaño. Se suelen añadir elementos como el aluminio, el níquel o el manganeso, lo cual mejora sus propiedades. En las civilizaciones antiguas fue algo diferenciador, ya que las que conocían esta aleación poseían armas más capaces.
Hay diversas aleaciones de bronce dependiendo de lo que se les añada. Por ejemplo, tenemos el bronce fósforo, duro y muy resistente. Otro tipo es el bronce al manganeso resistente y con una gran durabilidad.
De modo general, el bronce se conoce por la resistencia al desgaste y a la corrosión. También por lo bien que conduce la electricidad y el calor. A su vez, es más duro que el cobre puro y no se oxida con facilidad.
Tiene muchas aplicaciones, como la fabricación de monedas, engranajes, cojinetes, esculturas y equipamiento marítimo, porque resiste muy bien al agua salada.
Es un material imprescindible para las campanas que hay en las iglesias y también para otros instrumentos musicales.
Alpaca
A la alpaca se la conoce con el nombre de cuproníquel, puesto que es una aleación del cobre con níquel y zinc en algunos casos. La proporción de níquel varía entre el 10 y el 30 %.
Destaca por su resistencia a la corrosión (esto lo valoran mucho en ambientes marinos), la alta resistencia a la oxidación y su durabilidad.
Su apariencia externa es similar a la plata, por lo que la alpaca tiene un gran valor estético. También resiste muy bien a las altas temperaturas.
Por su estética se emplea mucho en las monedas, en la joyería y en todo tipo de aplicaciones decorativas. Sus propiedades hacen que la veamos en los instrumentos quirúrgicos, equipos marinos, trenes, etc., gracias a su resistencia a la corrosión.
Bronce de Aluminio
Aquí el bronce se mezcla con aluminio (la aleación se hace con una cantidad que va del 6 al 12 %). Se suele completar con otros metales como el manganeso, el hierro o el níquel, siempre en cantidades muy pequeñas.
Al incluir aluminio, una de las características de la aleación es su resistencia mecánica y su dureza. Además, soporta muy bien la erosión e incluso las incrustaciones marinas. También tiene un enorme aguante ante la corrosión y la oxidación.
Está muy presente en aplicaciones industriales pesadas y también podemos ver la aleación en las hélices de los barcos, componentes de aviones o en los equipos destinados a la industria del gas y del petróleo.
Berilio-Cobre
Otra aleación del cobre que se hace añadiendo a este pequeñas cantidades de berilio (entre un 0,5 y un 3%), junto a otros elementos como el cobalto y el níquel en determinadas ocasiones.
La aleación se caracteriza por ser muy fuerte y dura. Además, tiene una magnífica conductividad térmica y eléctrica.
Con ella se fabrican herramientas que no producen chispas, muelles, componentes eléctricos, etc. Se suele ver en aquellos entornos más peligrosos y de alta exigencia.
Conclusión
El cobre, usado desde la antigüedad, sigue siendo relevante hoy debido a su excelente conductividad y resistencia a la corrosión, aunque es blando en su forma pura.
Para mejorar sus propiedades, se crean aleaciones como el latón (cobre y zinc), el bronce (cobre y estaño), la alpaca (cobre y níquel), el bronce de aluminio y el berilio-cobre. Estas aleaciones aumentan la resistencia, durabilidad y otras características, haciéndolas útiles en diversas aplicaciones industriales, marítimas, decorativas y de alta exigencia.
Otras aleaciones: